lunes, 2 de agosto de 2021

AUTOESTIMA EN LA ADOLESCENCIA

La adolescencia es una etapa de intensos cambios sociales, psicológicos, biológicos, sexuales y neuropsicológicos. Se identifica como una etapa de crisis en el desarrollo del ser humano, que eslabona como período de transición, entre la niñez y la adultez. Marca el inicio de la independencia personal construida sobre la base de la auto-identidad en la estructuración de la personalidad, para lo cual es fundamental lograr el adecuado desarrollo del “yo” mediante el fortalecimiento del autoconocimiento.

El desarrollo de la autoestima tiene su inicio en la infancia, sin embargo, la adolescencia es uno de los períodos más críticos para su desarrollo. Esto se debe a la búsqueda de la identidad en un proceso de cambios, tareas evolutivas e interacción social activa con la familia, la escuela, los iguales y los medios de comunicación.

Una adecuada formación de la autoestima conlleva al crecimiento de adolescentes estables, sanos y con herramientas adecuadas para asumir cambios propios del período evolutivo. Resulta uno de los indicadores más potentes de ajuste psicológico y adaptación social por lo que es fundamental aumentar el bienestar que los adolescentes sienten con ella. Esta es una tarea que debe asumir la escuela, junto a la familia, como fuentes fundamentales de educación y socialización durante la adolescencia.


LA AUTOESTIMA no es innata, se adquiere y se va desarrollando a lo largo de toda la vida, a través de las experiencias que se tienen en los diferentes contextos.  No es solamente "Quererse a sí mismo" si no que implica todos los sentimientos , opiniones, sensaciones y actitudes respecto así mismos  que hemos ido acumulando a largo de la vida. Esta se aprende, cambia y se puede mejorar. Aunque este aprendizaje generalmente no es intencional, es posible favorecer las condiciones en cada uno de estos contextos para que pueda formarse de manera adecuada en los adolescentes.









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.- Autoconcepto (qué piensas de ti mismo)

EL autoconcepto se refiere a lo que piensas de ti, al concepto que tienes de tu persona y, como es lógico, tal concepto se verá reflejado en la manera en que te tratas a ti mismo: qué te dices, qué te exiges y cómo lo haces. Puedes autor reforzarte y mimarte o insultarte y no ver nada bueno en tu comportamiento, o también puedes ponerte metas inalcanzables y reprocharte luego por no alcanzarlas, como hace mucha gente.

Somos víctimas de nuestras propias decisiones: cada cual elige amarse a sí mismo o no, aunque no siempre somos conscientes del daño que nos hacemos.

 

2.- Autoimagen (cuánto te gustas)

En casi todas las épocas y culturas, la belleza física ha sido admirada como un don especial, y la fealdad como una maldición de la naturaleza o de los dioses.

La cuestión que debe preocuparnos es que el juicio estético que la cultura otorga a la apariencia física tiene enormes consecuencias para nuestro futuro. El éxito en diversas áreas de desempeño se ve afectado por nuestro atractivo físico. Los juicios hacia las personas hermosas son más benevolentes.

El grupo de referencia más cercano y las relaciones que establecemos con las personas son determinantes para crear la idea que tengamos sobre nuestro cuerpo y las evaluaciones que hagamos de él (autoimagen).

 

3.- Autorreforzamiento (cuánto te premias y te das gusto)

Si nunca te refuerzas ni te premias a ti mismo, si no te dedicas tiempo, si no te expresas afecto, tu autoestima será nula o insuficiente.

Disponemos de tiempo para los hijos, la pareja, los padres, los suegros, los vecinos, los amigos, pero no se nos ocurre utilizar un rato libre en beneficio propio y ¡a solas!

Es absurdo que el propio yo ocupe el último lugar en el afecto que somos capaces de dar. Vivimos postergando las gratificaciones que merecemos, y nos decimos: «Algún día lo voy a hacer», pero ese día no suele llegar.

 

4.- Autoeficacia (cuánta confianza tienes en ti mismo) 

Así como la autoexigencia desmedida destruye y castiga la autoestima, la falta de ambición destruye el crecimiento psicológico. Los retos y los propios desafíos son los principales alimentos de los que se nutre el autoconcepto e incluso le dan sentido a la vida. Si no pones metas, son demasiado diminutas o no afrontas los problemas, tu yo no podrá desarrollarse adecuadamente. Uno de los principales enemigos para crear un buen autoconcepto es la falta de confianza en si mismo, la manía de crear expectativas de fracaso o pensar que uno no es capaz.

A la confianza y convicción de que es posible alcanzar los resultados esperados se la denomina autoeficacia. Una baja autoeficacia te llevará a pensar que no eres capaz, y una alta autoeficacia hará que te sientas seguro de alcanzar tus objetivos, o por lo menos de luchar por ellos.


HABLEMOS SOBRE  LA OTRA CARA DEL AUTOESTIMA - BAJA AUTOESTIMA A QUE NOS REFERIMOS? 

 

¿Qué es la baja autoestima?

Cuando hablamos de baja autoestima o de falta de autoestima, nos referimos a una percepción de nosotros mismos que nos impide percibirnos como personas valiosas, talentosas o simplemente tener un juicio objetivo respecto a quiénes somos.

Las personas con baja autoestima, entonces, tienen problemas de autoaceptación. Esto puede significar que son jueces muy severos de sí mismos, que no se respetan a sí mismos o que se tienen demasiada compasión; del modo que sea esto se traduce en una relación particular con los demás, en las que el individuo siempre ocupa un lugar inferior o de sometimiento.

Las causas de una baja autoestima pueden ser tan variadas como la vida del individuo, pero a grandes rasgos pueden considerarse las siguientes:

  • Crianza. El modelo de crianza durante etapas críticas de la niñez y la juventud pueden marcar la diferencia entre una autoestima alta y una baja. Padres castigadores, que eduquen a sus hijos en un sentido de la minusvalía pueden impedirle a una persona reconocer sus propios valores.
  • Eventos traumáticos. A menudo ocurre que eventos particularmente dolorosos o humillantes para un individuo hagan mella en su amor propio y lo convenzan de ser un individuo defectuoso, débil o indigno.
  • FobiasA menudo los miedos irracionales pueden incidir en la autovaloración y pesar tanto en ella que impiden a las personas apreciar el resto de su personalidad.
  • Dificultades sociales. La falta de interacción social, o el miedo a los demás, o distintas formas de aislamiento social y de angustia social, inciden en la percepción del individuo sobre sí mismo en comparación con los demás, a quienes piensa “normales”.
  • Otros factores. Es posible que enfermedades psíquicas o incluso hormonales incidan en el funcionamiento emocional del individuo y le impidan tener una autoestima saludable.


Características y síntomas de la baja autoestima

No es simple describir los síntomas de la baja autoestima, ya que no se trata de una enfermedad objetiva o sencilla. Aun así, existen rasgos generales que acusan la falta de autoestima y que son:

  • Dificultades para decir que no.
  • Vivir los errores o los defectos propios como algo catastrófico e insuperable.
  • Perseguir la aprobación de los demás constantemente.
  • Mostrarse intolerante hacia la crítica.
  • Deseo compulsivo de complacer a los demás.
  • Exagerar los triunfos o virtudes de los demás.
  • Vivir con miedo exagerado a equivocarse.
  • Mostrarse tímido, inseguro o rehuir al contacto con los demás.
  • Tolerar o aceptar condiciones indignas o humillantes sin protestar o buscar alternativas.
  • Vivir los propios triunfos o aciertos como algo efímero, incompleto o ajeno.
  • Compensar los sentimientos hacia sí mismo mediante arrogancia, pedantería o prepotencia.


AUTOESTIMA  Official Shortfilm (directed by Pep Filmmaker)


la baja autoestima puede desarrollar trastornos como depresión, ansiedad y entre otros. Si te gusta es tema dale un link en mi pagina. Mas adelante estaré proporcionando unos consejos como apoyar a mi hijo con su autoestima..